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Día Mundial para la Prevención del Suicidio: claves para comprender y actuar

Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, por iniciativa de la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El lema propuesto para el período 2024–2026 es “Cambiar la narrativa sobre el suicidio”, una invitación a detenernos y reflexionar sobre cómo cada uno de nosotros puede involucrarse.
Un problema de salud pública global
El suicidio es una de las principales causas de muerte en todo el mundo y afecta a todas las edades y grupos sociales. Según la OMS, más de 720.000 personas fallecen cada año por esta causa, lo que equivale a una muerte cada 40 segundos. En la adolescencia y juventud, se ubica entre las primeras causas de mortalidad.
En Argentina, el último reporte de Estadísticas Vitales del Ministerio de Salud registró 3.488 muertes por suicidio en 2023, lo que significa un promedio de 9 personas por día. Cada una de estas pérdidas deja una red de familiares, amigos y comunidades profundamente afectadas, multiplicando el impacto y el dolor.
Comprender la multicausalidad
El suicidio no tiene una única causa. Es un fenómeno complejo en el que interactúan factores biológicos, psicológicos y sociales. La depresión y otros trastornos mentales son frecuentes, pero también influyen situaciones de sufrimiento acumulado como el desempleo, la violencia, el abuso de sustancias o la falta de redes de apoyo.
Comprender esta multicausalidad ayuda a evitar explicaciones simplistas y permite diseñar estrategias de prevención más efectivas, que requieren la participación de familias, escuelas, comunidades, el sistema de salud y la sociedad en su conjunto.
Prevenir es posible
La prevención del suicidio se basa en derribar mitos y abrir espacios de diálogo. Dos creencias muy extendidas son que “quien habla de suicidio no lo hará” o que “hablar del tema puede contagiar la idea”. Ambos son falsos: muchas personas que atravesaron intentos de suicidio habían dado señales previas, y hablar responsablemente puede abrir la puerta a la ayuda.
Algunas señales de alerta que no deben pasarse por alto son:
Hablar de querer morir.
Aislamiento social.
Cambios bruscos de conducta o ánimo.
Despedidas o regalos de objetos valiosos.
Si varias de estas señales se presentan juntas, es necesario buscar ayuda inmediata.
¿Qué hacer ante una situación de riesgo?
Escuchar sin juzgar.
Tomar en serio lo que la persona dice.
No dejarla sola si existe riesgo inminente.
Buscar ayuda profesional de manera urgente.
Los tratamientos psicoterapéuticos y farmacológicos han demostrado ser efectivos y el acceso temprano al sistema de salud puede salvar vidas.
Dónde pedir ayuda en Lobería
Emergencias: 107
Hospital Municipal Gaspar M. Campos: (02261) 442105
Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS)
Un compromiso colectivo
El 10 de septiembre nos recuerda que la prevención del suicidio es posible si dejamos atrás el silencio y el estigma, y construimos una cultura de empatía, acompañamiento y escucha activa.
Porque hablar puede salvar una vida. Escuchar también.
No estás solo. Lo que te pasa importa.

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